Dispone de capacidad para emprender acciones y llevar la delantera para hacer cambios en el entorno. Implicada en las decisiones relativas a los recursos en un marco de conocimiento claro, actualizado y exacto de los objetivos de la empresa. Organiza las cosas en torno a las tareas y, a partir de ahí, coordina relaciones de interdependencia entre las tareas, cuando procede. Comprende el uso de los canales de comunicación e información para identificar problemas, entender los cambios del entorno y tomar buenas decisiones. A través del refuerzo positivo genera en su gente ganas de realizar su trabajo y eliminando conflictos inhibe posibles problemas que minen la motivación.
Cristóbal es la tercera generación en la empresa, el nieto del creador de la Almazara, su abuelo se llamaba Cristóbal como él. Luego pasó a su padre Antonio Gil, y él fue el que le dio el revelo al jubilarse.
Cristóbal es un hombre atento con los clientes y proveedores, tranquilo y afable. Muy responsable de su buen hacer, preocupado en cada momento del proceso. Seleccionando las aceitunas en cada tolva correspondiente con el objetivo de buscar la calidad, no dejando nada al azar. Todo contralado.
Si ya se dispone de una buena materia prima, el maestro de molino, es el encargado de todo el proceso de la elaboración de nuestros aceites. El que consigue hacer que esas aceitunas, se conviertan en el Sabor a Luna.
Desde que las aceitunas depositas en la tolva de recepción, ya la mano del hombre no vuelve a tocarlas. Con cintas transportadoras pasan por limpiadora, lavadora, pesadora, tolvas de recepción, molino triturador y batidoras, y ahí es donde comienza la esencia de la obtención de buen aceite, dándole el tiempo necesario para su batido. Luego cuando llega su momento, el decánter hace el resto, y separa el aceite del alpeorujo pasando a los decantadores, antes de pasar definitivamente a bodega.